La Yaya es lo máximo, simplemente la mejor abuela que se puede tener. En verdad resulta estupenda como abuela, como amiga, como ejemplo o simplemente como mujer.
La Chela es abogado de la Chile y trabaja como Jueza de Policía Local. Alega contra el mundo y reta a todo pobre ser que vaya a comparendo. Pero lo hace con razón, con fuerza, determinación y una paciencia de oro.
En La Ligua, su ciudad y en el fondo la ciudad de toda mi familia, la respetan la quieren y la saludan en la esquina, en la plaza, en el Illalolén, y en cualquier terruño del Imperio Dulcero.
Es que la Yaya es un caso. Nada podría igualar sus deslenguadas críticas a políticos, a miembros del poder judicial, de la historia; siendo éstos de cualquier ámbito y tendencia. Es que ella los destroza a todos, infalible con sus mordaces palabras tan bien fundamentadas, producto de su aguda inteligencia, el tiempo y los años que no han pasado en vano.
Es que ya son 79. Setenta y nueve años de maravilla ininterrumpida.
Quisimos celebrar este 10 de mayo de una manera distinta, a lo Chela, a lo grande. Y nos llevamos a la Yaya a Bs. Aires. Sí es cierto que todos habíamos ido antes, pero nunca todos juntos. Toda mi “gran” familia, que en verdad no llegamos ni a los 15, pero hablamos y comemos por 40. Compartimos tres días de caminar, comer y comprar todas esas cositas que son tan baratas allende los Andes. Y es que siendo sincera, no imaginaba lo bien que lo íbamos a pasar todos juntos. Fue lindo, entretenido, emocionante y lo mínimo que se merecía la Yaya.
Mi abuela; ese abrazo apretado, ese apretujamiento calentito, esa voz cariñosa, ese consejo directo.
La Chela es abogado de la Chile y trabaja como Jueza de Policía Local. Alega contra el mundo y reta a todo pobre ser que vaya a comparendo. Pero lo hace con razón, con fuerza, determinación y una paciencia de oro.
En La Ligua, su ciudad y en el fondo la ciudad de toda mi familia, la respetan la quieren y la saludan en la esquina, en la plaza, en el Illalolén, y en cualquier terruño del Imperio Dulcero.
Es que la Yaya es un caso. Nada podría igualar sus deslenguadas críticas a políticos, a miembros del poder judicial, de la historia; siendo éstos de cualquier ámbito y tendencia. Es que ella los destroza a todos, infalible con sus mordaces palabras tan bien fundamentadas, producto de su aguda inteligencia, el tiempo y los años que no han pasado en vano.
Es que ya son 79. Setenta y nueve años de maravilla ininterrumpida.
Quisimos celebrar este 10 de mayo de una manera distinta, a lo Chela, a lo grande. Y nos llevamos a la Yaya a Bs. Aires. Sí es cierto que todos habíamos ido antes, pero nunca todos juntos. Toda mi “gran” familia, que en verdad no llegamos ni a los 15, pero hablamos y comemos por 40. Compartimos tres días de caminar, comer y comprar todas esas cositas que son tan baratas allende los Andes. Y es que siendo sincera, no imaginaba lo bien que lo íbamos a pasar todos juntos. Fue lindo, entretenido, emocionante y lo mínimo que se merecía la Yaya.
Mi abuela; ese abrazo apretado, ese apretujamiento calentito, esa voz cariñosa, ese consejo directo.
3 comments:
Rosita!!
Qué bacán es tu Yaya, se parece a mi tía Norma, que es como mi abuela: ultraindependientes, viejas viajadas, comprensivas, agudas e inteligentes. De esas pocas que son profesionales. Pocas porque en ese tiempo la cosa era distinta...
Y Bacán Bs Aires!!! Un cumple a todo niveeel pos.
Un besito pa ti.
Q top! te envidio por tener una awelita tan bkn. lamentablemente a mio no me quedan viejitos que celebrar... o sea... la virejita q celebraría ya se fue... pero así es la vida. Disfruta a la tuya que según la fdescribes, es increíble. celébrala y abrazala harto, porque tienes demasiada suerte de tener a personas como esas tan cercanas a ti.
secona y suertuda! :P
Q linda tu abuelaa!!
me encantan las abuelas asi (la mia tb me encanta!)
demasiado entrete la forma de celebrarle su cumple!
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me siento un poco identifica c tu post anterior, pero no del todo
besosss
nos vemoss en un tiempo
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