28.3.07

Tan Chilena como el Sushi

Los viajes siguieron, pero no sus relatos.
Cierto es que escribir sin Pinky era complicado.
Ya sabrán ustedes que nadie tiene un teclado tan suave como él, nadie se conecta lenta y problemáticamente como él, nadie tiene la mejor y más variada música del universo. Desde chinese pop hasta el más grosero y entrete de los reggtongsss.

Siguió una visita a la tierra de las Boulangeries, que incluyó desde la alegría familiar hasta reencuentro amoroso. Fue de película, sin duda...aún pienso que quizás fue un efecto de mi mente distorsionada por la influencia de Asia. Sin embargo, las imágenes me lo confirman, reapareció en mi vida el hombre más loco del mundo. Bendita falta de cordura.

Embriagada de amor, dejé lo que fue y me fui. Visité la cuidad de los genios artísticos, donde la gente habla Castellano y por ningún motivo Español. Que me perdonen, pero me parece mucho. También me parece que había mucho Chileno, qué afán de ir a estudiar donde todos son iguales a ti, no? Bueno quién soy yo para criticar. Yo no tengo conciencia... ni proporciones.

Después volví a Asia y conocí el Imperio del centro. Ellos están convencidos, no hay quién los vaya a sacar jamás de ahí. Se creen lo máximo, se saben lo mejor, comprenden su ventaja y por lo mismo les importas un carajo. Pero a mi, maní. Me fascinaron, me enloquecieron sus apoteósicas construcciones, sus millones de tabúes, sus secretismos y diferencias. Me abismaron las cantidades que manejan: cantidades de dinero, productos, kilómetros, versiones, tradiciones y gente. Un continente en sí, creo que eso lo resume todo.

Unas vueltas más por el este y llegó la maravilla. El país más caro y al mismo tiempo el más amable, el más soñado...Nihon e ikimmas! Totemo kirei des ne!!! Caminando por Shibuya y Kamakura, por Nara y Asakusa, fui recuperando las palabras perdidas. Esas palabras que de rabia y pena quise olvidar. Esa lengua increíble a la que quise hacer desaparecer de mis registros, fue saliendo de apoco, envolviéndome nuevamente de sus misterios y contradicciones.

Y aquí me tienen de nuevo, en Chile, pero con mi cabeza en otra parte. Feliz, pero mirando al horizonte, soñando que mis ojos se estiren hasta transformarse en dos rayitas que conciban el mundo de una forma diferente. Intentando entender qué gané y qué busco ahora, porque eso si lo tengo claro, la búsqueda sigue... y voy hacia allá.


El mítico museo parisino, pero al anochecer.

Barcelona vista desde el parque Güell. Miren las grúas sobre la Sagrada Familia!!

Me encanta esta foto!! Salimos tan ridículos! No le hacemos honor al momento...pero se nota que lo pasamos bien, no?

Con mi madre en un jardincillo zen, en un templo de Nara. Era chiquitiiito, pero lejos mi jardín favorito.