26.11.07

A veces pasa

Me estacioné. Como pocas veces lo he hecho. Por primera vez en mucho tiempo siento que aterricé. Ni me dolió ni fue terrible. Fue bastante más suave y menos inducido de lo que esperaba. Algo me hizo entender que volví y que esta vez me tengo que quedar por un tiempo.

No es que me vaya a durar mucho, lo sé, algo me he llegado a conocer. Pero siento que esta vez, en un retorcido modo, soy donde mismo estoy.

Eso me tiene feliz, bueno, aún no entiendo bien por qué, pero parece no me importa.

Nem luxo, nem lixo...so des ne!

6.8.07

Salzburg Global Seminar

Como mi buena estrella no para de brillar, llegué a Austria. Así no más. Esta estrella loca me ayudó a ganarme una beca completa para venir a un seminario de Media Literacy and Global Change al que asisten estudiantes de periodismo de todo el mundo. Así, de la nada, resulta que hoy estoy analizando global issues con gente de Pakistan, de UAE, de USA de Argentina de.... tantas partes!!

Como esta suerte mía es tan a lo grande la cosa no es en cualquier lugar piñuflento, no no no, es en el castillo de La Novicia Rebelde o Sound of Music (para los más internacionales jajaja). Un shloss preciosísimo con jardines, lago al frente, patitos y hasta cisnes. Ahh! Si uno pudiera estudiar siempre así! Es que da gusto, inspira, emociona.

Cada vez más suerte, en verdad no sé por qué, ni cómo, pero las cosas no dejan de salir a la perfección.
Esta buena estrella se pasa.

24.6.07

Mi buena estrella


No ha corrido mucha agua debajo de este puente
reconozco, me ha faltado inspiración.
Sé que a veces sueno muy desafinada,
pero no me desafina el corazón.

Times are changing
times are changing
times are still changinng
they are changing for me

En verdad ellos están cambiando para todos nosotros.
Y aunque no quiera admitirlo tengo mucho miedo.

Pero todavía sigue allí mi buena estrella.
Buena estrella: me despierto, brilla el sol.

21.5.07

La Yaya


La Yaya es lo máximo, simplemente la mejor abuela que se puede tener. En verdad resulta estupenda como abuela, como amiga, como ejemplo o simplemente como mujer.
La Chela es abogado de la Chile y trabaja como Jueza de Policía Local. Alega contra el mundo y reta a todo pobre ser que vaya a comparendo. Pero lo hace con razón, con fuerza, determinación y una paciencia de oro.
En La Ligua, su ciudad y en el fondo la ciudad de toda mi familia, la respetan la quieren y la saludan en la esquina, en la plaza, en el Illalolén, y en cualquier terruño del Imperio Dulcero.
Es que la Yaya es un caso. Nada podría igualar sus deslenguadas críticas a políticos, a miembros del poder judicial, de la historia; siendo éstos de cualquier ámbito y tendencia. Es que ella los destroza a todos, infalible con sus mordaces palabras tan bien fundamentadas, producto de su aguda inteligencia, el tiempo y los años que no han pasado en vano.

Es que ya son 79. Setenta y nueve años de maravilla ininterrumpida.

Quisimos celebrar este 10 de mayo de una manera distinta, a lo Chela, a lo grande. Y nos llevamos a la Yaya a Bs. Aires. Sí es cierto que todos habíamos ido antes, pero nunca todos juntos. Toda mi “gran” familia, que en verdad no llegamos ni a los 15, pero hablamos y comemos por 40. Compartimos tres días de caminar, comer y comprar todas esas cositas que son tan baratas allende los Andes. Y es que siendo sincera, no imaginaba lo bien que lo íbamos a pasar todos juntos. Fue lindo, entretenido, emocionante y lo mínimo que se merecía la Yaya.

Mi abuela; ese abrazo apretado, ese apretujamiento calentito, esa voz cariñosa, ese consejo directo.

29.4.07

Inexorabilidad

Nunca había entendido el fondo de esa palabra. Esa complicada y rebuscada palabrita que califica, por lo general, al paso del tiempo.
Es que nunca lo había sentido tan fuertemente. Esa combinación de 14 letras pesa como mil toneladas y me aplasta, me arrastra, me supera.
Sé que soy una fresca, una mujer absolutamente aprovechadora al no querer asumir mi situación de casi-casi profesional, de casi-casi trabajadora, pero no lo puedo evitar. Soy, intrínsicamente, una cómoda. No quiero tener frío, ni hambre, ni soledad... de rascarme con mis propias uñitas ni hablar...no way.

Así la cosa, vivo una involución intencionada, de hecho: inducida y motivada. Todo para no enfrentar este conjuntillo de 14 caracteres.

Lloro por nada, lo sé, pero lloro igual y prepárense, porque creo será un largo, laaaargo duelo.

23.4.07

Miedito

Volví con aires felices. Con sueños cumplidos y miles nuevos para desarrollar. Volví para no quedarme nunca más sentada ni esperando. Volví para reírme, para llorar, para investigar y jugar. Pero, al parecer, olvidé asumir el paso del tiempo. Olvidé que la realidad aplasta, arrasa y enfrentarla implica muchísima más fuerza de la que uno quisiera.
Olvidé que aunque me guste a rabiar Hello Kitty, no soy una niña. Que aunque ame el rosado, a mi edad no puede ser el único color que vista o escoja. Que aunque me encanten los corazones y estrellitas no puedo llevarlos en estampados en todas las ocasiones. No me di cuenta de que tratar de seguir siendo chiquitita no era sinónimo de ponerle pause a la vida. Y ahora siento que un flash foreward me ataca.
Sin darme cuenta de cómo ni por qué, crecí.


Tengo terror, angustia, desesperación. Quiero ir al colegio, al jardín, a la sala cuna... Cualquier cosa menos el mundo real. ¡Ay, ay, se me revienta la burbuja y tengo tanto miedito!

28.3.07

Tan Chilena como el Sushi

Los viajes siguieron, pero no sus relatos.
Cierto es que escribir sin Pinky era complicado.
Ya sabrán ustedes que nadie tiene un teclado tan suave como él, nadie se conecta lenta y problemáticamente como él, nadie tiene la mejor y más variada música del universo. Desde chinese pop hasta el más grosero y entrete de los reggtongsss.

Siguió una visita a la tierra de las Boulangeries, que incluyó desde la alegría familiar hasta reencuentro amoroso. Fue de película, sin duda...aún pienso que quizás fue un efecto de mi mente distorsionada por la influencia de Asia. Sin embargo, las imágenes me lo confirman, reapareció en mi vida el hombre más loco del mundo. Bendita falta de cordura.

Embriagada de amor, dejé lo que fue y me fui. Visité la cuidad de los genios artísticos, donde la gente habla Castellano y por ningún motivo Español. Que me perdonen, pero me parece mucho. También me parece que había mucho Chileno, qué afán de ir a estudiar donde todos son iguales a ti, no? Bueno quién soy yo para criticar. Yo no tengo conciencia... ni proporciones.

Después volví a Asia y conocí el Imperio del centro. Ellos están convencidos, no hay quién los vaya a sacar jamás de ahí. Se creen lo máximo, se saben lo mejor, comprenden su ventaja y por lo mismo les importas un carajo. Pero a mi, maní. Me fascinaron, me enloquecieron sus apoteósicas construcciones, sus millones de tabúes, sus secretismos y diferencias. Me abismaron las cantidades que manejan: cantidades de dinero, productos, kilómetros, versiones, tradiciones y gente. Un continente en sí, creo que eso lo resume todo.

Unas vueltas más por el este y llegó la maravilla. El país más caro y al mismo tiempo el más amable, el más soñado...Nihon e ikimmas! Totemo kirei des ne!!! Caminando por Shibuya y Kamakura, por Nara y Asakusa, fui recuperando las palabras perdidas. Esas palabras que de rabia y pena quise olvidar. Esa lengua increíble a la que quise hacer desaparecer de mis registros, fue saliendo de apoco, envolviéndome nuevamente de sus misterios y contradicciones.

Y aquí me tienen de nuevo, en Chile, pero con mi cabeza en otra parte. Feliz, pero mirando al horizonte, soñando que mis ojos se estiren hasta transformarse en dos rayitas que conciban el mundo de una forma diferente. Intentando entender qué gané y qué busco ahora, porque eso si lo tengo claro, la búsqueda sigue... y voy hacia allá.


El mítico museo parisino, pero al anochecer.

Barcelona vista desde el parque Güell. Miren las grúas sobre la Sagrada Familia!!

Me encanta esta foto!! Salimos tan ridículos! No le hacemos honor al momento...pero se nota que lo pasamos bien, no?

Con mi madre en un jardincillo zen, en un templo de Nara. Era chiquitiiito, pero lejos mi jardín favorito.