16.4.08

On the Radio, oh oh!

Todo tiene un orden y lugar. El punto es que es circunstancial. Es que lo preciso depende de tantas cosas imprecisas que al final es todo un caos.

Y como el otro día conversaba con mi Pepe Grillo, es difícil o más bien inexacto y falto de criterio intentar clasificar todo como correcto o incorrecto. Nada es bueno o malo per se. Las cosas son ideales en un momento, gloriosas en otros y en ciertas situaciones horribles e indeseables.

Todo tiene que ver con la perspectiva y con la posición o la voluntad que uno tenga para mirar la vida. Y por ahí va el conflicto, es que yo tengo tantas ganas de ser feliz que a veces me convenzo de cosas que en verdad no son.

En resumen ¿Será que Spektor tiene razón cuando dice que las cosas funcionan así y que uno toma las cosas que le gustan e intenta quererlas? ¿O será que uno realmente quiere las cosas y por eso las termina tomando?

¿O será que necesito trabajo con urgencia para dejar de pensar estas cosas?


24.3.08

Volví.

Ahora buscando lo que más quiero. Fuera de todo pero más dentro de mí que nunca. Hice lo que no debía, persiguiendo sueños de otros y sacrificando lo que en verdad es importante.

Entonces, ahora con los ojos bien abiertos, puedo mirar lo que había guardado en cajas. Todas las cosas que había dejado para después están en su punto. Es ahora, es el momento de hacer lo que quiero, de estar con quien me plazca y de jugármela por lo que siempre he soñado.


A los que me tuvieron paciencia, a los que me escucharon las largas y sufridas letanías, a los que me esperaron por horas, a los que me llamaron y me buscaron, a los que me entendieron y me apoyaron a pesar de creer que cometía un error; A todos ustedes, mil gracias.

Se los he dicho tantas veces, pero nunca está de sobra; ustedes me salvaron del Metro.

22.1.08

Roller Coaster Experience

Me siento como en una montaña rusa de Fantasilandia. Una comparación un poco burda considerando mis actuales actividades ¿no? Pero es que en verdad me pasa. Como si estuviera en el Boomerang y partiera desde un plano, diera mil loops durante el día y cada noche fuera exactamente igual a ese momento en el que uno espera suspendido para volver a dar las mismas vueltas, pero al revés, al día siguiente.

Mi estado de ánimo está tan variable como la amplitud térmica de los desiertos. La felicidad constante ya no me sale ni remotamente verdadera y ni siquiera entiendo por qué.

El sábado escuchaba a los Babasónicos y me encontré cantando a todo volumen la misma frase mil veces:
“Tengo que aprender a fingir más y a no mostrar lo que siento.
Tengo que aprender a fingir más y a pilotear lo que pienso.”

Pero no me sale, no hay caso. Quiero que paren el Boomerang, pero el operador está ensañado conmigo. ¿Qué onda el socito?

4.1.08

New Year’s Resolutions

En los últimos días con tanta complicación mental he pensado varias cosas que hace tiempo no analizaba. Es que siempre he tenido claro lo que quiero, pero en un momento todo se fue literalmente al carajo. En mi mente mis prioridades no cambiaron nunca, pero en términos prácticos terminé haciendo solo cosas que no tenían sentido.
Es cierto que yo decía que me quería relajar. Es cierto que yo quería ser más light y hablar y preocuparme de cosas más triviales, pero no funciona. No se puede porque, aunque a veces me desespere, es lo que soy, una intelectualcilla encubierta. Me gusta hablar tonteras con mis amigas, pero no desvivirme por el consumo de drogas de Britney. Me gusta salir a comprar cosas inútiles, pero no perseguir al reggaetonero del momento. Me gusta pasar la tarde tomando sol, pero no escribir sobre cómo o qué se debería usar este verano.

Es que por un tiempo fue entretenido, es que por un tiempo hubo otros factores que me hacían tener ganas de estar ahí. Hoy día no.

Ya no me quiero quedar ni quiero hacer lo que no tiene que ver conmigo. Quiero Asia en mí otra vez. Quiero respirar la historia, visitar las tumbas, conocer los templos y escribir del futuro, de lo que fue y lo que podría ser.

Y es que al final tuve que crecer un poco a la fuerza y un poco a regañadientes. Empezó un nuevo año y ahora soy Periodista, ya hice lo que nunca había hecho y todo eso me ha dejado mucho más claro lo que quiero ser.

Este año quiero ser yo, la lenta, la intelectual, la chistosa, la latera, la informada, la que vive en su mundo, la que quiere un mundo diferente, la que canta a gritos por la calle, la romántica empedernida, la conservadora/ superwild, la que escucha, la que habla, la que dice lo que piensa, la que abraza porque sí, la que se tira con todo al vacío y que no se angustia porque sabe que la felicidad está en uno.