22.1.08

Roller Coaster Experience

Me siento como en una montaña rusa de Fantasilandia. Una comparación un poco burda considerando mis actuales actividades ¿no? Pero es que en verdad me pasa. Como si estuviera en el Boomerang y partiera desde un plano, diera mil loops durante el día y cada noche fuera exactamente igual a ese momento en el que uno espera suspendido para volver a dar las mismas vueltas, pero al revés, al día siguiente.

Mi estado de ánimo está tan variable como la amplitud térmica de los desiertos. La felicidad constante ya no me sale ni remotamente verdadera y ni siquiera entiendo por qué.

El sábado escuchaba a los Babasónicos y me encontré cantando a todo volumen la misma frase mil veces:
“Tengo que aprender a fingir más y a no mostrar lo que siento.
Tengo que aprender a fingir más y a pilotear lo que pienso.”

Pero no me sale, no hay caso. Quiero que paren el Boomerang, pero el operador está ensañado conmigo. ¿Qué onda el socito?

1 comment:

Alejandra said...

Pucha Rosetón,si no te paran la montaña rusa vas a tener que hacerte fuerte, apretar la guata y esperar que todo termine... espero que falte poco, estoy segura de que tu alegría está econdida en un rinconcita y quiere salir pronto.

El tiempo va a mejorar