Vietnam

Llegamos a Hanoi cuando empezaba la noche del viernes. Sin expectativas concretas y poco enteradas de lo que nos encontraríamos.
El aeropuerto era silencioso, prácticamente deshabitado si descontamos los policías vietnamitas; hombres de mirada seria, ojos agudos y pocas, muy pocas palabras. Era bastante deprimente, del estilo construcción de los ochenta en decadencia, enfrentando tristemente el nuevo milenio. En fin...raro.
Tomamos un taxi, cualquiera, total todos cobran us$10 por el viaje hasta el centro que toma cerca de una hora.
Hasta la mitad del camino, nada.
Entonces, empezó la función. Cientos, miles, millones de motos empezaron a aparecer no supe de dónde, pero de un momento a otro el panorama cambió.
Bocinazos, gritos, motores rrrrrrumm rrum rrum, el humo, las mascarillas, los hombres, mujeres ,niños, gente que intentaba cruzar, el taxi en medio, unas bicicletas...el caos.

He tratado de buscar palabras para definirles lo que sentí en Vietnam, para explicarles cómo se siente estar ahí pero finalmente vuelvo a la misma. CAOS.
Todo el mundo va por el lado que quiere y los pocos semáforos que hay juegan solos, porque nadie los mira. Las personas cruzan así, a la vida sin saber si llegaran enteros al otro lado. Bueno a lo mejor la gente de allá sabe que lo logrará; yo lo dudé todas las veces.

El idioma no se entiende ni jota, pero no importó porque cada vez que necesitamos preguntar algo hubo alguien buena onda que corrió a buscar a un angloparlante. Claro que bieeeeeen a medias su inglés, pero le ponían empeño.

Lo de madame es otra cosa. Yo creo que nunca en mi vida me había sentido más refinada. Yo, con las pintas más estrafalarias, sudada como cerdini, con las havaianas llenas de tierras y estos dale con llamarme -Madame, Madame!!- , igual me sentí eropea... jajjajaj.

Es que fuera de bromas el legado francés es fuerte, tienen catedrales copiadas de París y muchos productos y tiendas se escriben en francés. O sea, para graficarles la cosa, todos los reverendos días comimos baguette de desayuno!! En Vietnam po’... la cuestión freak! En la calle muchas mujeres usan guantes largos, según yo a modo de copia de las francesas de la colonia (pero parece que en verdad es por el sol). Cuando se trata de turismo, privilegian inglés y francés casi a la par. Así, es todo una gran mezcla, interesantísima.
De comunista le que da poco, la verdad es que es posible encontrar todas las marcas y todos los productos sin problema. En verdad, según la Miran es lo mismo que China, o sea, la pura mula de comunismo. Porque igual encuentras a Vietnamitas ultra millonarias que se pasean por el mundo, toman coca-cola, comen en KFC y gastan su tiempo en los Malls, mientras todo el resto de la población se muere de hambre. Es en verdad loco, tan loco y subdesarrollado como nuestro país, pero hace unos 10 o 15 años.
Es que Vietnam va atrás muy atrás. Bueno después de la guerra y el nivel de devastación debe ser difícil empezar de nuevo, me imagino que se lo están tomando con caaaaaalma.

Bueno, como en la vida no todo es seriedad, también hicimos unos paseíllos. A Halong Bay y al Mekong Delta, buenos bonitos y baratos. En el primero, un paisaje precioso, como de película, íbamos en el barco y yo sentía que llegábamos a un nuevo mundo, que el agua se iba expandiendo y mostraba cada vez nuevos trozos de tierra nunca vistos, nunca conquistados, nuevos. Fue lindo.

Con la Miran todo salió top, la amé, fue estupendoso compartir este viaje con ella, creo que fue la mejor decisión. Es lo máximo, hablamos puras tonteras y nos entendemos la mitad, pero lo pasmaos chancho igual... jijijiji

Bueno, la otra semana les contaré más porque ayer llegué y hoy ya tengo que hacer la mochila. Me voy en unas horitas a Bali. Sí, si lo sé, soy una fresca, una barza de la vida, la más patuda del universo... pero me encanta!!!
Sólo espero lo mejor de esta nueva travesía!

ps: el sistema no me deja subir mis bellas fotinis, así que las pondré otro día... sorry ; )